Que fácil y bonito es levantarse hoy y mirar toda la prensa mundial tras la nueva exhibición de la roja.
El partido de anoche dejo bien claro el nivel de este grupo, donde a pesar de bajas, pruebas y quizás de menos interés al habitual, bailamos a una de las mejores selección europeas, en su país, en su campo y donde a pesar del orgullo francés, terminaron coreando los tan conocidos en este país “ole”.
El resumen corto es fácil, ellos tienen buenos jugadores pero nada más, no son un grupo.
Nosotros en cambio, no solo tenemos los mejores jugadores del continente sino que además juegan como un equipo. A nuestro nivel solo veo la Brasil de Dunga, que trata de hacer un juego colectivo dentro de las mil y un genialidades que ellos poseen.
Venirse arriba es fácil ahora mismo, hemos dado el golpe de autoridad que nos quedaba, pero nada mas lejos de la realidad, la forma de seguir a este nivel es a base de humildad y trabajo.
Llega Sudáfrica y aunque parezca imposible, el nivel de exigencia será aun mayor, ya no vale ser octavo finalista, creo que todo lo que no sea llegar a la final será una desilusión del país y un fracaso deportivo.
Esta claro que a un partido todo puede pasar, pero esta selección si es humilde, en 90 minutos desgastara a cualquier rival que se ponga enfrente. Tan solo la desidia o el pavoneo puede derrotar a este grupo de jugadores.
La final podría ser ante Brasil o Inglaterra, quizás las únicas que podrían formar un buen bloque y actuar como tal, de ahí que caer en una posible final no seria ningún desastre, pero insisto, lo que sea perder antes, si lo será.
Que placer derrotar ayer a los franceses, como diría un buen periodista cantabro, cada gol que anotábamos y cada triangulación que hacíamos veía un camión de fresas, tomates... a buen entendedor...
saludos
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